Diario de guerra de Faiza 17
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Jueves, Abril 3, 2003
Una mañana ordinaria y sombría...
Despues de almorzar le dije a Raed: vamos y visitemos a tu tía, quiero chequear si ella está a salvo, porque la visité hace unos dias pero no la encontré.
Golpeé a su puerta pero nadie me respondió...los vecinos me dijeron que se fué a Ramadi, vino una camioneta y se llevó algunos colchones y almohadas, y algunos objetos de valor. Mis otros hermanos y hermanas venían tambien, y todos juntos se fueron a Ramadi, donde ellos arrendaron una casa grande, y que cuando las cosas se calmaran, ellos volverían.
Se me fué el alma al suelo, ya sintiendo que alguna calamidad fuera a ocurrir...
¿Porqué ellos irían a Ramadi? ¿Tendrían ellos algún conocimiento de lo que iba a suceder?
No había telefonos, por lo tanto no los podía llamar para saber los detalles, pero yo imaginé que ellos debieron haber escuchado algunas noticias definidas, porque mis hermanos eran médicos externos, con un montón de amigos y
bastante buenas fuentes de noticias seguras.
*****
Ra aed me dijo: no te pongas triste, mamá, déjame llevarte de paseo por Baghdad, ¿no querías hacerlo antes de la guerra? Vamos , esta es la oportunidad...
Permanecí en silencio, no estaba de humor para responder...Baghdad está destrozada ahora, ¿ de qué serviría este paseo?
Fué una vuelta larga, la que tomó mas de una hora...el Centro de Comunicaciones Sinak era solo un esqueleto, así como el centro Al-M´ammon. Algunos edificios oficiales y ministerios estaban golpeados por misiles y en las calles cercanas no habían quedado ventanas intactas...Había una calle en Karrada que nos hizo reir mucho, la llamamos "la calle de los vidrios esparcidos", comentamos cuan buen negocio iban a hacer los vidrieros despues de la guerra.
Baghdad lucía como una ciudad fantasma...calles silenciosas, vacías de automoviles y de gente, con la evidencia del penoso bombardeo de los misiles...
Eso fué todo cuanto ví en mi paseo...
*****
Volvimos a casa alrededor de las cinco de la tarde, me encontraba cansada en el cuerpo y el espíritu...Deseaba cambiarme ropa, y descanzar un rato...Me senté en nuestro cuarto seguro, contándole a Azzam y a los chicos lo que habíamos visto en nuestro paseo...Me encontraba sentada sobre el piso usando las mismas ropas cuando escuchamos ruido de bombardeos cercanos ¿¿¿QUE ERA ESO??? Todos nos preguntamos, luego le dije a Raed que subiera al techo a ver qué sucedía, tal vez los defensores iraquíes instalaron alguna posición de artillería por ahí cerca...
Raed regresó corriendo, jadeando...bombardeo de artillería desde el aeropuerto sobre el barrio Al-Furat que está ubicado frente a nosotros...bombas caen en las calles, gente que corre...dijimos: entonces los americanos estan tomando el aeropuerto de Baghdad...y nos quedamos mirando nuestras caras lívidas...
Llamamos a un amigo de Kahlid que es vecino para preguntarle lo que pasaba. Nos dijo: un ataque americano, ahora dejaremos la casa, Uds tambíen deberían dejar su casa, el área no es segura...
Comenzamos a escuchar gritos, y las sirenas de las ambulancias...la artillería se calmó por un rato, pero las sirenas tenían un significado terrible en esos minutos, un significado, La Muerte está cerca.
Un frente de guerra estalló de repente aquí, tan cerca de nosotros...donde había explosiones, bajas, y muerte.
Corrí arriba y agarré una maleta grande, en la que precipitadamente eché un pijama para cada uno de nosotros. Cerramos la maleta, y la puerta del frente. Iba a morir de pánico una vez más y Raed dice: esperemos y veamos qué sucede. Pero yo le grité: No hay tiempo para pensar o esperar, los misiles americanos nos van a caer sobre la cabeza esta noche, no quiero quedarme aquí un minuto mas...Las instrucciones de Azzam fueron que Raed y Khalid deberían ir en un auto, y nosotros los seguiriamos en el otro, temiendo que si dejabamos un auto en el garage fuese robado...la situación no era segura...¿Adonde deberíamos ir? Era una pregunta rápida y una rápida decisión, la casa mas cercana de un familiar era la del tío de los chicos, en el barrio Saddam. Decidimos pasar la noche allá, unos pocos kilometros desde nosotros hacia el Este, mientras que el aeropuerto era hacia el weste.
Conducíamos precipitadamente, confundidos, a cada tanto enfrentabamos a las ambulancias que volaban hacia el barrio Al-Furat, donde vivía Abu-Salih, nuestro jardinero. Nunca había visto antes tal número de ambulancias, como si fuera una entusiasta fila de apoyo.
El barrio Al-Furat era el punto mas cercano al aeropuerto, tal vez había allí alguna fuerza militar iraquí, no lo sé.
Pero era un barrio pequeño, de casas pequeñas y apegadas unas de otras, con calles estrechas.
*****
Raed conducía rápido delante y nosotros lo seguíamos. Todos los autos estaban confundidos, corriendo en todas direcciones...las calles estaban llenas de gente que abandonaba sus casas a pie, familias de hombres, mujeres y niños cargando pequeños sacos con ellos, tal vez sus ropas y valores. Algunos de ellos hacían gestos a los automoviles para que los sacaran lejos de aquí.
Pero no había ningún auto dispuesto o deseoso de detenerse, todos corrían lejos del infierno cercano.
Era el atardecer, casi las 6 PM; la electricidad se había cortado antes que saliéramos de casa...en las calles tu olías muerte y humo, y el pánico.
El dia del INFIERNO, así es como le llamé a ese día.
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Jueves, Abril 3, 2003
Una mañana ordinaria y sombría...
Despues de almorzar le dije a Raed: vamos y visitemos a tu tía, quiero chequear si ella está a salvo, porque la visité hace unos dias pero no la encontré.
Golpeé a su puerta pero nadie me respondió...los vecinos me dijeron que se fué a Ramadi, vino una camioneta y se llevó algunos colchones y almohadas, y algunos objetos de valor. Mis otros hermanos y hermanas venían tambien, y todos juntos se fueron a Ramadi, donde ellos arrendaron una casa grande, y que cuando las cosas se calmaran, ellos volverían.
Se me fué el alma al suelo, ya sintiendo que alguna calamidad fuera a ocurrir...
¿Porqué ellos irían a Ramadi? ¿Tendrían ellos algún conocimiento de lo que iba a suceder?
No había telefonos, por lo tanto no los podía llamar para saber los detalles, pero yo imaginé que ellos debieron haber escuchado algunas noticias definidas, porque mis hermanos eran médicos externos, con un montón de amigos y
bastante buenas fuentes de noticias seguras.
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Ra aed me dijo: no te pongas triste, mamá, déjame llevarte de paseo por Baghdad, ¿no querías hacerlo antes de la guerra? Vamos , esta es la oportunidad...
Permanecí en silencio, no estaba de humor para responder...Baghdad está destrozada ahora, ¿ de qué serviría este paseo?
Fué una vuelta larga, la que tomó mas de una hora...el Centro de Comunicaciones Sinak era solo un esqueleto, así como el centro Al-M´ammon. Algunos edificios oficiales y ministerios estaban golpeados por misiles y en las calles cercanas no habían quedado ventanas intactas...Había una calle en Karrada que nos hizo reir mucho, la llamamos "la calle de los vidrios esparcidos", comentamos cuan buen negocio iban a hacer los vidrieros despues de la guerra.
Baghdad lucía como una ciudad fantasma...calles silenciosas, vacías de automoviles y de gente, con la evidencia del penoso bombardeo de los misiles...
Eso fué todo cuanto ví en mi paseo...
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Volvimos a casa alrededor de las cinco de la tarde, me encontraba cansada en el cuerpo y el espíritu...Deseaba cambiarme ropa, y descanzar un rato...Me senté en nuestro cuarto seguro, contándole a Azzam y a los chicos lo que habíamos visto en nuestro paseo...Me encontraba sentada sobre el piso usando las mismas ropas cuando escuchamos ruido de bombardeos cercanos ¿¿¿QUE ERA ESO??? Todos nos preguntamos, luego le dije a Raed que subiera al techo a ver qué sucedía, tal vez los defensores iraquíes instalaron alguna posición de artillería por ahí cerca...
Raed regresó corriendo, jadeando...bombardeo de artillería desde el aeropuerto sobre el barrio Al-Furat que está ubicado frente a nosotros...bombas caen en las calles, gente que corre...dijimos: entonces los americanos estan tomando el aeropuerto de Baghdad...y nos quedamos mirando nuestras caras lívidas...
Llamamos a un amigo de Kahlid que es vecino para preguntarle lo que pasaba. Nos dijo: un ataque americano, ahora dejaremos la casa, Uds tambíen deberían dejar su casa, el área no es segura...
Comenzamos a escuchar gritos, y las sirenas de las ambulancias...la artillería se calmó por un rato, pero las sirenas tenían un significado terrible en esos minutos, un significado, La Muerte está cerca.
Un frente de guerra estalló de repente aquí, tan cerca de nosotros...donde había explosiones, bajas, y muerte.
Corrí arriba y agarré una maleta grande, en la que precipitadamente eché un pijama para cada uno de nosotros. Cerramos la maleta, y la puerta del frente. Iba a morir de pánico una vez más y Raed dice: esperemos y veamos qué sucede. Pero yo le grité: No hay tiempo para pensar o esperar, los misiles americanos nos van a caer sobre la cabeza esta noche, no quiero quedarme aquí un minuto mas...Las instrucciones de Azzam fueron que Raed y Khalid deberían ir en un auto, y nosotros los seguiriamos en el otro, temiendo que si dejabamos un auto en el garage fuese robado...la situación no era segura...¿Adonde deberíamos ir? Era una pregunta rápida y una rápida decisión, la casa mas cercana de un familiar era la del tío de los chicos, en el barrio Saddam. Decidimos pasar la noche allá, unos pocos kilometros desde nosotros hacia el Este, mientras que el aeropuerto era hacia el weste.
Conducíamos precipitadamente, confundidos, a cada tanto enfrentabamos a las ambulancias que volaban hacia el barrio Al-Furat, donde vivía Abu-Salih, nuestro jardinero. Nunca había visto antes tal número de ambulancias, como si fuera una entusiasta fila de apoyo.
El barrio Al-Furat era el punto mas cercano al aeropuerto, tal vez había allí alguna fuerza militar iraquí, no lo sé.
Pero era un barrio pequeño, de casas pequeñas y apegadas unas de otras, con calles estrechas.
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Raed conducía rápido delante y nosotros lo seguíamos. Todos los autos estaban confundidos, corriendo en todas direcciones...las calles estaban llenas de gente que abandonaba sus casas a pie, familias de hombres, mujeres y niños cargando pequeños sacos con ellos, tal vez sus ropas y valores. Algunos de ellos hacían gestos a los automoviles para que los sacaran lejos de aquí.
Pero no había ningún auto dispuesto o deseoso de detenerse, todos corrían lejos del infierno cercano.
Era el atardecer, casi las 6 PM; la electricidad se había cortado antes que saliéramos de casa...en las calles tu olías muerte y humo, y el pánico.
El dia del INFIERNO, así es como le llamé a ese día.
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